martes, 19 de octubre de 2010

Un perdón no borra el dolor

Esta mañana, en el bus camino al trabajo, sentada del lado del pasillo, una vieja me golpeó en la oreja al caminar hacia la puerta para bajarse y me dijo: "Ay.. perdón!".
En momentos así dan ganas de golpear a la persona o pasarle el dolor de uno, para q sienta, sea más cuidadosa y deje de andar repartiendo manoteos disgustantes.

La oreja siguió doliendo varias cuadras después...
Internamente, me hubiese gustado que el dolor fuese para ella y no mío, así con gusto la perdono.
Se disculpe o no, duele igual... la diferencia es q da un punto menos de rabia.


Nota Mental: Cuando montes un bus, sientate del lado de la ventana... el lado del pasillo está hecho para personas q no se disgustan fácilmente. 


Tolerancia... fácil hablar de ella, difícil practicarla.




No hay comentarios:

Publicar un comentario