Esta mañana, en el bus camino al trabajo, sentada del lado del pasillo, una vieja me golpeó en la oreja al caminar hacia la puerta para bajarse y me dijo: "Ay.. perdón!".
En momentos así dan ganas de golpear a la persona o pasarle el dolor de uno, para q sienta, sea más cuidadosa y deje de andar repartiendo manoteos disgustantes.
La oreja siguió doliendo varias cuadras después...
Internamente, me hubiese gustado que el dolor fuese para ella y no mío, así con gusto la perdono.
Se disculpe o no, duele igual... la diferencia es q da un punto menos de rabia.
Nota Mental: Cuando montes un bus, sientate del lado de la ventana... el lado del pasillo está hecho para personas q no se disgustan fácilmente.
Tolerancia... fácil hablar de ella, difícil practicarla.
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